En Linux cada usuario tiene sus propios privilegios. Como es lógico, el administrador, o root, siempre va a tener acceso a un mayor número de funciones que el resto de usuarios. Podrá realizar cambios en la configuración, modificar archivos o realizar instalaciones. El problema de este nivel de privilegio es que es muy sencillo cometer errores. Un usuario normal, por ejemplo, no podrá configurar o utilizar algunas funciones aunque sí que podrá ejecutar programas. Por otro lado, los usuarios del sistema se crean para ejecutar de forma segura determinadas aplicaciones. Ésta es la principal diferencia si los comparamos con los usuarios normales.
Para acceder a Linux sin tener que crear una cuenta hay que hacerlo como usuario invitado. Es importante tener en cuenta que todo cambio que se realice durante la sesión de este usuario se eliminará en cuanto salga. Los usuarios anónimos, por su parte, no tienen que facilitar ningún credencial, aunque tampoco podrán utilizar todos los recursos del sistema. Otros usuarios con privilegios limitados son los usuarios de servicio, muy parecidos a los usuarios de sistema, que hemos visto previamente. Estos son utilizados para mejorar la seguridad del sistema y ejecutar servicios en segundo plano. Existe también la opción de asignar a un usuario la posibilidad de acceder a grupos específicos. Esta acción es muy útil para evitar tener que crear un superusuario. Por último, en Linux se pueden ejecutar acciones con privilegios elevados escribiendo la palabra sudo en la consola.
Guía para crear un usuario en Linux
Acceder a la terminal: para acceder a la terminal o consola de Linux tienes dos opciones: usar el atajo de teclado Ctrl + Alt + T o simplemente escribir “Terminal” en el menú de aplicaciones.
Iniciar sesión como superusuario: como hemos visto previamente, para hacer cambios en la configuración del sistema es necesario ser un superusuario. ¿Cómo hacerlo? Tendrás que escribir el comando sudo su junto a una contraseña de administrador. Este acceso es temporal.
Crear usuario: para crear un nuevo usuario se utiliza el comando useradd junto al nombre del propio usuario. Por ejemplo, si quieres añadir el usuario María sólo tendrás que escribir useradd María. A continuación, se le asigna una contraseña con el comando passwd. La propia terminal te indicará cómo crearla y confirmarla.
Asignar a un grupo: todo usuario de Linux forma parte de un grupo. ¿Cómo se asignan estos grupos? Utilizando el siguiente comando: usermod -g y añadiendo el nombre del grupo y del usuario. Por ejemplo: usermod -g alumnos_ufv María.
Configurar la Home: una vez está creado el usuario hay que configurar su directorio de inicio o Home. Para personalizar esta ruta se usa el comando usermod -d junto a la ubicación del directorio. Por ejemplo usermod -d /ubicacion_directorio. ¡No te olvides de sustituir ubicacion_directorio por la ruta real!
Permisos de propietario: para que los usuarios puedan acceder a su Home hay que utilizar el comando chown. Éste se encarga de cambiar el propietario del directorio mientras que chmod marca los permisos.
Confirmar el nuevo usuario: si quieres acceder a toda la información del nuevo usuario y comprobar que se ha creado correctamente teclea en la terminal el comando grep nuevo_usuario /etc/passwd
Cerrar sesión: para finalizar el proceso correctamente te recomendamos escribir la palabra exit. De este modo cerrarás la sesión de superusuario.
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