En los negocios, la gestión financiera es la práctica de manejar las finanzas de una empresa de forma que le permita tener éxito y cumplir la normativa. Esto requiere tanto un plan de alto nivel como una ejecución.
¿Qué significa gestión financiera?
En esencia, la gestión financiera es la práctica de elaborar un plan de empresa y asegurarse de que todos los departamentos se mantienen en el buen camino. Una gestión financiera sólida permite al director financiero o al vicepresidente de finanzas proporcionar datos que apoyen la creación de una visión a largo plazo, informen las decisiones sobre dónde invertir y aporten información sobre cómo financiar esas inversiones, liquidez, rentabilidad, flujo de caja y mucho más.
Un sistema de gestión financiera combina varias funciones financieras, como la contabilidad, la gestión de activos fijos, el reconocimiento de ingresos y el procesamiento de pagos. Al integrar estos componentes clave, un sistema de gestión financiera garantiza la visibilidad en tiempo real del estado financiero de una empresa, al tiempo que facilita las operaciones cotidianas, como los procesos de cierre del periodo.
Importancia de la gestión financiera
Una gestión financiera sólida sienta las bases de tres pilares de una gobernanza fiscal sólida:
- La elaboración de estrategias, o identificación de lo que debe ocurrir desde el punto de vista financiero para que la empresa alcance sus objetivos a corto y largo plazo. Los dirigentes necesitan información sobre el rendimiento actual para planificar escenarios, por ejemplo.
- Tomar decisiones, o ayudar a los líderes empresariales a decidir la mejor forma de ejecutar los planes proporcionándoles informes financieros actualizados y datos sobre los KPI relevantes.
- Controlar, o garantizar que cada departamento contribuye a la visión y funciona dentro del presupuesto y de acuerdo con la estrategia.
Con una gestión financiera eficaz, todos los empleados saben hacia dónde se dirige la empresa y tienen visibilidad del progreso.
Objetivos de la gestión financiera
Basándose en esos pilares, los gestores financieros ayudan a sus empresas de diversas formas, entre otras:
- Maximizar los beneficios proporcionando información sobre, por ejemplo, el aumento de los costes de las materias primas que podría provocar un incremento del coste de los bienes vendidos.
- Seguimiento de la liquidez y el flujo de caja para garantizar que la empresa dispone de dinero suficiente para hacer frente a sus obligaciones.
- Garantizar el cumplimiento de la normativa estatal, federal y específica del sector.
- Desarrollar escenarios financieros basados en el estado actual de la empresa y previsiones que asuman una amplia gama de resultados basados en las posibles condiciones del mercado.
- Tratar con los inversores y los consejos de administración.
En definitiva, se trata de aplicar principios de gestión eficaces a la estructura financiera de la empresa.
Áreas de la gestión financiera
La gestión financiera abarca cuatro áreas principales:
Planificación
El director financiero proyecta cuánto dinero necesitará la empresa para mantener un flujo de caja positivo, asignar fondos para crecer o añadir nuevos productos o servicios y hacer frente a imprevistos, y comparte esa información con los colegas de la empresa.
La planificación puede desglosarse en categorías que incluyen los gastos de capital, los gastos generales y de personal y los gastos indirectos y operativos.
Presupuestación
El director financiero asigna los fondos disponibles de la empresa para hacer frente a los gastos, como hipotecas o alquileres, salarios, materias primas y otras obligaciones. Lo ideal es que quede algo para emergencias y para financiar nuevas oportunidades de negocio.
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